Sep 11, 2019
Todo Tepotzotlán de fiesta
Reine el Señor Crucificado,
levantando la Cruz donde moría;
nuestros enfermos ojos buscan la luz,
nuestros labios, el rio de vida. Himno Liturgia de las Horas
Por Alberto Vega [Albar Says] para www.tepotzotlanpueblomagico.org
En una capilla lateral en el Templo de San Pedro ubicado en la Cabecera Municipal de Tepotzotlán, se encuentra un Cristo Crucificado, por la iglesia es aclamado como “La Preciosa Sangre de Cristo”, pero es venerado e invocado por la comunidad como “Señor del Nicho”. Arribó a Tepotzotlán gracias a los Padres de la Compañía de Jesús, en el siglo XVII. Desde entonces la región se ha apropiado de la devoción popular, su celebración es una de las más grandes de la región y dicha fiesta se engalana con arcos florales, banda de viento, mariachi, salva de cohetes e innumerables procesiones y peregrinaciones.
Originalmente fue pensado para ser venerado en el Barrio de Capula, una de las cuatro locaciones prehispánicas que conforman la cabecera municipal. El Cristo elaborado con la técnica conocida como pasta de caña, fue invocado contra la epidemia de Tifus que azotaba la región. Por ello, con el paso de los años, el Crucifico fue invocado como milagroso, también su festividad cobró mayor importancia, de esa forma fue relegado el titular de la Iglesia San Pedro, para tener la fiesta mayor en Septiembre, en honor al Señor del Nicho, como comenzó a conocerse.
Durante nueve días que dura su novena, la imagen recorre los Barrios, comunidades del municipio, así como otras que formaron parte de Tepotzotlán en siglos pasados. Acompañados de banda, el milagroso Cristo arriba a las comunidades que se visten de rojo con blanco en memoria de su pasión, muerte y resurrección. Por las calles se escuchan himnos, porras y vítores en honor al Señor del Nicho, se observan personas que arrojan pétalos de flores en las calles para preparar el camino del cortejo. Cabe destacar que todas las procesiones se encuentran perfectamente organizadas, el inicio se observa el incensario, los ciriales y detrás el sacerdote de la comunidad. El Cristo es cargado por hombres y por mujeres, todos esperan la oportunidad de cargar al Cristo y también aproximarse para tocar su piel, el cendal o la cruz.
La festividad en honor a la Preciosa Sangre de Cristo, dura nueve días, el domingo elegido para celebrarle, es anunciado por el repique de campanas, salvas de cohetes y la comunidad comienza a reunirse en la parroquia desde altas horas de la madrugada. Poco a poco se va iluminando el templo, los mariachis entonan melodías festivas y todos entonan a la par las tradicionales mañanitas. Este año, además de ser decorada la iglesia y el atrio, también pueden apreciarse tapetes en la entrada principal al atrio, la imagen monumental del Señor del Nicho enflorada con tul y arreglos naturales.
Durante todo el día, arriban a la comunidad fieles que encienden veladoras, imploran su protección y cuidado. Algunos barrios arriban con la imagen del Santo o Virgen que veneran y durante todo el día, la banda entona melodías festivas en el atrio. Por la noche, el castillo puede disfrutarse en la explanada municipal, los juegos mecánicos iluminan la plaza y en el templete principal, bandas y grupos amenizan la festividad.
El lunes –conocido como tornafiesta-, la comunidad se reúne en la iglesia y a las seis de la tarde comienza una magna procesión por los Barrios de la comunidad. En ella, los enfermos son acercados a la imagen del Cristo para venerarle. Los cohetes anuncian el paso del cortejo y por todos los barrios de Tepotzotlán se observa al Cristo desfilar. Al llegar a la entrada del atrio de los olivos, todos se deleitan con el esplendor de un castillo y un piromusical que entona canciones religiosas y que anuncian la culminación de la festividad. Inmediatamente ingresan a la iglesia y colocan en el altar principal al Señor del Nicho, en espera del arribo del próximo año, para que descienda y sea posesionado por la comunidad.