Noche de luces

Jul 27, 2017

Crónica de las mañanitas a Santiago Apóstol

_{Serenata en un pueblo}

Por Juan Alberto Vega [Albar Says] para www.tepotzotlanpueblomagico.org

La fiesta de Santiago Cuautlalpan es la suma de tradiciones y años que los respaldan, es el trabajo de un pueblo que honra al Santo que montado a caballo les identifica con el alma y la esencia del pueblo; la agricultura y la elegancia. El 25 de julio es un día en el que el pueblo descansa poco, pero vive intensamente. Es un día en que la liturgia y las tradiciones realizan una fusión de alegría, fe y ritos en los que un pueblo entrega lo mejor para elevar plegarias y agradecimientos al primer apóstol que murió por el evangelio.

Las festividades comienzan la tarde del 24 de julio, las campanas repican y anuncian que la portada ha sido colocada, imponente e imperial, durante todo el día, la comunidad trabajó incansablemente para colocar cada una de las flores de crisantemos en formas de flores, animales y también forman la imagen de Santo Caballero en bases de hierro y madera. La portada es colocada en la entrada al templo, son días en las flores cubren las piedras y destacan la festividad que el pueblo vive. Al ser uno de los elementos distintivos de la comunidad, los arcos florales, el que adorna la fachada es puesto de una forma diferente al resto de pueblos de la región, en este lugar pueden cambia los diseños, pero la esencia es la misma, ser elaborada en con flores naturales y que se observe un caballero con la bandera blanca que augura la continuidad de la fe.

Mientras tanto en el interior de la iglesia, las diferentes imágenes de Santiago Apóstol, en el nicho principal del retablo y la imagen del Santo en su corcel son cambiados de vestimentas, se limpian con un gran cuidado y se engalanan en este, su día de fiesta. Ellos son los anfitriones y por lo tanto, el pueblo acostumbra a vestir del mismo color a al resto de las imágenes de Santiago que peregrinan por las casas o se encuentran en una capilla de la comunidad. El color del 2017 es el morado, color que según la Asociación Nacional de Psicología significa la transformación al más alto nivel espiritual y mental, capaz de combatir los miedos y aportar paz. Tiene un efecto de limpieza en los trastornos emocionales, además, conecta con los impulsos musicales y artísticos, el misterio y la sensibilidad a la belleza y los grandes ideales, inspirándonos sensibilidad, espiritualidad y compasión. Ya sea por significado o por elegancia estética, Santiago Cuautlalpan eligió vestir al Santo Patrono de color morado.

Antes de llegar la media noche, la iglesia se queda en silencio y sus puertas cierran, más no por ello dejan de albergar alegría. Uno a uno los diferentes grupos de la comunidad, bandas o mariachis llegan para dar serenata al santo y a los espectadores. La noche es fría y oscura como el ébano, durante gran parte de la tarde (del 24 de julio) y noche llovió lo que causó en el ambiente y un clima frio, pero no por ello las celebraciones colocan pausa, estas siguen y no se detienen. Por el contrario, es una vez al año en el que la comunidad se viste de gala y por ello también aprovechan para vestir con las mejores galas o abrigos.

Al marcar las cuatro de la madrugada en el reloj, el pueblo despierta con el sonido de campanas y cohetes. No quiere decir que durante la noche no se escucharan, pero a partir de esta hora, cada 10 o 15 minutos se escuchan con efusividad y alegría. Además de comenzar a desfilar rumbo a la iglesia por las diferentes calles las imágenes de Santiago Apóstol que se encuentran el resto del año en diferentes ermitas o capillas, arcos o en casas, todas se encuentran en la iglesia para participar del rito matutino que busca honrar al Santo, para ello llegan al atrio de la iglesia con salvas de cohetes, repiques de campanas y cantos o mariachis, mismos que cantan en espera de que la iglesia abra sus puertas.

Al llegar las cinco de la madrugada, las campanas no dejan de sonar, se abren las puertas a la par y aparece Santiago Apóstol montado en su caballo blanco, en ese momento arrojan pétalos de flores de la parte más alta de la portada de la iglesia, los cohetes anuncian que es el momento de cantar con toda alegría las tradicionales mañanitas. Al concluir el canto, comienzan el recorrido con el caballero alrededor de la iglesia, el cielo se ilumina de colores, son disparados cohetes al cielo  y a paso lento se van rotando los hombre para cargar la imagen, es una tradición de la que todos quieren participar.

Al regresar a la iglesia, el mariachi continua con los vítores, hasta que llega el momento de la misa. El altar vestido de rojo, color de los mártires, la iglesia arropada con flores de colores y matices en las que se disfrutan los contrastes entre las imágenes religiosas y los diferentes retablos. A las seis de la mañana comienza la misa de gallo, los cantos son los tradicionales panamericanos, mismos que entona el mariachi “San Juan”. El 2017 pudo disfrutarse también de una iglesia iluminada por velas, justo a la mitad de la misa, el pueblo se quedó sin luz, al sacerdote le dieron un megáfono y continuó con la celebración, mientras tanto la iglesia se iluminaba con velas nutriendo el momento con un enigmático matiz, mismo que dejó disfrutar ampliamente de un espectáculo entre sombras y luces.

Al concluir la misa, el cielo ya se disfrutó con un color tenue, mismo que anuncia la llegada del amanecer. Entonces después del rito, el atrio también se engalana con la música del mariachi que continúa con la fiesta matutina. Las diferentes familiar comparten café, atole y tamales para continuar con el momento de fiesta, misma que continua con el resto del día, con la llegada de los pueblos, la convivencia en el atrio, todo en memoria de Santiago Apóstol de Cristo, primero de los doce en derramar su sangre por el evangelio.