Feb 2, 2017
De figuras y otras magias, No. VIII
"Yo hago nuevas todas las cosas" Jesucristo
Los días de navidad concluyen con la celebración del dos de febrero. Para la tradición judío- cristiana, los calendarios es algo sumamente importante, es marcar los ciclos y evoluciones, la promesa del renacer de la vida y la esperanza. Cuarenta días después de la celebración de la navidad, toca el turno a la purificación de la madre, en este caso la Virgen María, y la presentación del niño al templo. Eso es grandes rasgos lo que es celebrado en el dos de febrero.
El día dos de febrero es conocido como el día de la candelaria, desde los orígenes del cristianismo, la Virgen María es vista como esa mujer que da luz en su camino, que la resparte por el mundo y por ello es una candela. Es este el motivo por el que la celebración del dos de febrero, tiene que ver con la presentación del niño al mundo, pero también se encuentra ligada a la festividad de la epifanía, o la revelación del niño. Es un estrecho lazo, que va más allá de tamales y rosca.
El significado de la rosca, tiene que ver con el mismo del círculo: [Es el signo del todo y del Cielo. Por lo tanto, significa el símbolo de lo sagrado y la perfección: Dios, “cuyo centro se encuentra en todas partes y cuya circunferencia se encuentra en ninguna”.] En palabras de mexicano, esto quiero decir que el circulo representa la presencia de Dios, mismo que se manifiesta en todo y en ninguna parte. Si es que hasta este punto he sido claro y ustedes me han seguido, es sencillo: una vez que Dios está presente en nuestras vidas Él las ilumina y por ello, recibimos premios. Bueno esta es una idea un tanto disparatada de un señor cura. Cierto o falso, puede sonar coherente.
De aquí el punto que en la fiesta de la candelaria se ofrezcan u ofrezcan tamales, atole y presentes aquellos que recibieron el niño en la rosca de reyes.
Pero esto ¿qué tiene que ver con Tepotzotlán? Tepotzotlán no tiene una tradición o un pueblo, capilla o demás dedicado a la virgen de la candelaria, al niño Jesús, pero si tiene una tradición por el Divino Infante. En los pueblos, antiguamente se acostumbraba que la madrugada del segundo día del mes de febrero, las familias se congregaban para levantar al niño Dios de su nacimiento, vestido y lo más elegante que fuera posible. Es en esta celebración en que al termino del rosario, las familias ofrecían a los presentes tamales y un delicioso atole champurrado, después llevaban a misa la imagen del niño, muchos de ellos en canastas con velas, con mazorcas para que así los campos fueran bendecidos en el temporal que se avecina.
Creo que hasta este punto todas las ideas que antes fueron planteadas comienzan a tener coherencia, quiero creer, puesto que los ciclos de la tierra suelen ser bendecidos por el patrocinio de la Luz del mundo, el infante que nació en diciembre, fue revelado en enero y que por ello ahora es la luz del mundo, que bendiga el campo y el temporal que es circular.
Ya sea para contribuir a la celebración de la candelaria, o para disfrutar de un rico tamal, curiosamente, envuelto como los niños que tienen cuarenta días de nacidos puede ser una oportunidad perfecta para
disfrutar de la riqueza culinaria mexicana. Es por ello, que este puede ser una interesante interpretación para conocer el porqué es tan importante en la tradición mexicana los tamales del dos de febrero y sobre todo sean pagados por aquellos que descubrieron al niño en la rosca de reyes.