Apr 27, 2014
Permitió que se realizara la procesión del silencio
Por Juan Alberto Vega O albar/Says para www.Tepotzotlánpueblomagico.org
Son las ocho de la noche, el pueblo de Tepotzotlán se encuentra a oscuras y con un constante caer de gotas de lluvia, unas nubes llegaron a las 3:30 y se han quedado, esas nubes trajeron con ellas una lluvia torrencial que no ha parado desde la tarde.
Parece sorprendente el que al concluir en muchas comunidades de Tepotzotlán el viacrucis, la lluvia tomo las comunidades y es un constante refrescar de la tierra no se ha detenido. Incluso en algunos ríos vivos de municipio ha comenzado a escucharse el arrastrar del agua, algo que únicamente ocurre en su propio temporal.
Por esto el pueblo huele a tierra mojada y hojas de los árboles se encuentran en el pavimento. En este momento comienzan a reunirse las diferentes personas del pueblo, en esta ocasión no son convocadas por las campanas, pues la tradición dice que no deben de sonarse hasta el sábado, en el momento en que se abre la gloria. Todas llegan gracias al conocer el horario que se ha dicho en la iglesia que se ha de celebrar el rosario de pésame a la Virgen María, junto con la procesión del silencio.
Son las ocho con minutos, la iglesia se encuentra a oscuras, únicamente dos lámparas iluminan de forma escueta el altar principal. El presbiterio se encuentra cubierto por la tradicional cortina morada, la puerta de la sacristía se encuentra abierta y de esta sale la imagen de la virgen de la soledad. La colocan al centro del altar y acto seguido sacan también la imagen de un Cristo muerto.
La imagen de Cristo muerto o santo entierro como se conoce; se encuentra sobre un andamio con una cama de flores, lleva un atuendo rojo. Descansa con toda la dignidad necesaria después de los ritos celebrados en la tarde en el atrio de la iglesia de san Pedro.
En la capilla del Señor del Nicho, se encuentra el párroco confesando, la fila es larga y una a una, van pasado a realizar este rito católico. Las demás personas se acomodan en toda la iglesia, se observa como rápidamente se llenan las bancas de madera.
Se escucha una voz femenina, esta rompe el silencio. Comienza a rezar el rosario, en esta ocasión corresponden los misterios dolorosos. Para este momento la iglesia se encuentra llena, todas las bancas se encuentran ocupadas y aun que la oscuridad es inminente, todos en acto de respeto no se atreven a sacar alguna lámpara que rompa con la oscuridad.
Una a una, las aves marías van pasando, se meditan los misterios y cuando corresponde un canto; se entona aquellos fúnebres que corresponden a esta época del año.
Cuando llega el momento de la letanía, las personas comienzan a colocarse de pie, algunas se hincan y responden a la oración de forma constante. Al terminar todos quedan en silencio esperando que se den indicaciones a seguir.
En este momento aparece el párroco, una persona chaparrita, de tez color moreno claro, completamente joven. En este momento comienza a hablar; -Señores en este momento se encuentra lloviendo afuera, vamos a esperar 15 minutos, en caso de que no pare la lluvia vamos a tener que recortar la tradición de la procesión del silencio. Yo sé que es importante continuar con esta tradición pero también debemos de cuidar las imágenes que tenemos en la iglesia. ¿De acuerdo? A lo que el pueblo responde unánime- De acuerdo.-
Mientras tanto un seminarista comienza a entonar un canto, el pueblo responde.
En este momento algunos de los sacristanes de la iglesia sacan hule cristal y comienzan a cubrir a las imágenes.
Al terminar el canto la lluvia se ha suspendido. Se puede salir a la procesión. Se acercan los de la guardia de honor, muchos de ellos con distintivos que ayudan a identificar que a ella pertenecen. Comienzan a caminar con las imágenes a la puerta.
En la puerta les espera dos personas con flautín y una con tambor. Todos salen en silencio y con cara de sorpresa al ver que se ha detenido la lluvia.
Comienzan a caminar por la calle insurgentes que es la principal en Tepotzotlán, en la procesión se observa que asisten más de doscientas personas, todas en silencio. Únicamente se escucha el cómo marcan el paso los caminantes y los visitantes que aun merodean por las calles quedan en silencio y con cara de admiración.
Una a una se van recorriendo las calles, algunas empedradas, otras con piedra laja, pero el pueblo se vuelve el escenario adecuado para este rito. Resaltando que este rito lleva años realizando, no se tienen una fecha exacta pero se sabe que desde que se tienen memoria, la noche del viernes santo, las personas salen a las calles con la virgen de la soledad y recorren el pueblo para avisar que la Virgen se encuentra de luto, al tener a su hijo muerto.
El cortejo va encabezado por el flautín, el tambor. En segundo lugar va una caravana de monaguillos, ellos en silencio con una vela en mano, van caminando, su sotana blanco con rojo los uniforma, son niños que guardan silencio y acompañan el cortejo. Después de ellos se observa a dos sacerdotes y un seminarista, uno a la derecha y el otro a la izquierda acompañan el cortejo.
Detrás de ellos vienen las imagines, en primer lugar el Cristo que ha sido descrito, este vienen en hombros y se mueve lentamente por las calles. Detrás la virgen, esta a una altura más abajo, pero de igual forma de forma lenta se desliza por las calles. El pueblo se vive de una forma nostálgica, la lluvia le ha impregnado un estilo propio, el aroma a tierra mojada se disfruta.
El recorrido es largo dura aproximadamente una hora, se camina por las calles principales y el tráfico es desviado, las personas se extienden y cada vez se observa el contingente más grande. Cuando dan vuelta a la iglesia entran de una forma ceremoniosa, llenos de dignidad colocan a la virgen al centro, tal como se encontraba antes de salir a la procesión. Únicamente el padre despide dando la bendición y da unas palabras de aliento a los creyentes.
En este momento los reunidos comienzan a dispersarse porque la lluvia vuelve a amenazar, comienzan a caer nuevas gotas de lluvia. Parece que la magia de Tepotzotlán permitió que se realizara la procesión del silencio. En algunas comunidades no las realizaron por la constante lluvia, pero aquí en la cabecera afortunadamente las condiciones climatológicas lo permitieron, dejando así este año impregnado de recuerdos y con una experiencia distinta a la de otros años, esto por la lluvia que permitió observar de otro forma y panorama la tradición. Con la promesa de que este será una memoria adecuada para aquellos que lo vivieron.