Nov 13, 2020
Voces de Tepotzotlán I
Traviesa, soñadora y consentida, es la forma en que Ma Teresa Moreno Pérez, recuerda a la niña que fue. Aquella que creció en Cuautitlán rodeada de sus hermanos, mismos que fueron impulsados por Don Fidel Moreno a hacer lo que quisieran hacer o lo que el corazón les dictará. El arte de la pintura, lo aprendió en la Casa del Artista de su municipio, mismo lugar donde se impartía Danza, Cocina, Escultura, Música, Teatro y Pintura. Esta última le cautivo porque en palabras de ella “En el fondo, ahí encuentras las historias de la humanidad y su razón de existencia”. Su profesionalismo la ha llevado a ser propuesta para exponer sus piezas, en el Museo de las Artesanías de los Pueblos Mágicos. También puede describirse como visionaria, al ser la creadora de la Silla y el Cráneo Monumental 2020. Este último trabajo lo realizó junto con su hermana Julieta Moreno, como una actividad y una pieza pictórica realizada como homenaje a las víctimas de la pandemia de Covid-19.
“El arte es una forma de expresión universal, se encuentra en todas las civilizaciones y culturas. Es sacar lo mejor de ti, aquello que te hace sentir y vivir; felicidad o tristeza, quietud o preocupación, desolación o responsabilidad social. Por medio de una expresión puedes llegar a mundos que nunca crees posible conquistar. Yo encontré ese juego de sentimientos en pintar. Comencé desde pequeña a elaborar objetos cotidianos, aquellos que están al alcance de una niña en Cuautitlán”. Afirma la mujer que se considera discípula del Maestro Luis Nishizawa con quien tomó un diplomado sobre la Cocina de la pintura. Fue ahí donde aprendió a utilizar los pigmentos, pero también que estos siempre serán los mismos. Lo importante es conocer las estrategias artísticas, tener un amplio dominio de las técnicas al momento de crear.
“Participar en el Consejo Pro Pueblos Mágicos junto con mi esposo el Arquitecto Diego Poot; ¡ha sido una experiencia maravillosa! En ese momento se puso en la mira de la gente pueblos maravillosos dentro de la República Mexicana. Muchos no eran visitados o incluso ni se conocía que existían. ¡Claro que tenían mucho que dar! En ese momento casi todo el turismo estaba ligado con las playas o las capitales estatales, con atractivos consolidados por décadas. Fue una tarea abismal, en primer lugar arreglar la casa (Tepotzotlán), ver que el pueblo se viera bonito y luego idear toda una estructura para recibir a todos los visitantes. Fue un camino muy importante para llegar y entender el Tepotzotlán actual.” Abunda quien siente un gran compromiso con Tepotzotlán y su historia. Además de ser considerada como activista social en pro del turismo y la cultura, no únicamente del Pueblo Mágico, también de México, con piezas que ha realizado y han trascendido en las fronteras nacionales.
“Cierto año, de cuál año; surgió con mis alumnos de secundaria la cuestionaron de qué elementos debería llevar la ofrenda del día de muertos, cuando seamos nosotros los muertos. Entonces, ideamos un magno montaje para nuestra participación en la Ofrenda Monumental de Tepotzotlán ese año. Colocamos veladoras del tamaño de tambos de 200 litros, jarrones florales también con las mismas dimensiones, panes de muerto magistrales y pusimos una silla monumental para que los visitantes pudieran tomarse una foto en su propia ofrenda. Antes de retirar todas las piezas, el presidente municipal nos invitó a dejar la silla en un espacio disponible de la explanada y desde entonces se puede subir, disfrutar o admirar la Silla Monumental a un costado de la explanada de la presidencia municipal.” Afirma emocionada la artista que también ha sido invitada a exponer el concepto de la Silla Monumental en el Museo de Artesanías de los Pueblos Mágicos. Además que dicho concepto ya es conocido en otros pueblos mágicos, Incluso le han adquirido varias piezas a manera de réplica que actualmente se encuentran en otros países.
“La silla Monumental se ha convertido en una referencia en Tepotzotlán, nadie la impuso, cada vez que hay un cambio de Ayuntamiento yo me acerco a los mandatarios y les explico la historia y él por qué está en ese lugar. Pienso que solita tomó su lugar, a mí no me ha costado ningún trabajo repárala y hacer otra nueva. Es gratificante para mí que la gente se acerque y se tome la foto porque es un objeto cotidiano, urbano al que la gente puede subirse, puede tocar, que se puede disfrutar en todo momento, las personas son las que le dieron su lugar. Me ha gustado mucho que lo quieran y que me soliciten piezas para llevárselas incluso al extranjero”. Abunda la Maestra Tere Moreno, mujer que además de reparar la silla, realiza una ceremonia simbólica en los momentos que se ha visto en la necesidad de sustituirla y colocar una nueva.
Claro que en la vida, como en todas las disciplinas, la constancia y los objetivos se renuevan constantemente, más en temporadas de crisis. Por ello realizó un homenaje (principalmente a su Padre Jaime Moreno) pero también a las víctimas del Covid -19. En los últimos días de octubre y los primeros de noviembre del presente año, buscó exponer un Cráneo Monumental de dos metros, en el kiosco. Trabajo realizado con su hermana Julieta Moreno, la calavera rememora las piezas tradicionales de azúcar y en ella junto con su hermana le impregnaron su esencia al coloso. Cada una tomó su pincel e hizo que el arte se desbordara.
“Yo quiero dejar una muestra que la vida es bella, es corta y hay que tratar de hacer lo que nos toca, lo que nos gusta y lo que queremos hacer”. De esta forma concluye la entrevista Ma Teresa Moreno: artista, pintora, madre y hermana, que siente que aún le falta mucho por hacer en pro del turismo y los artistas de su región.